Varias asociaciones de vecinos de muchos distritos junto a Garzón, han pedido que se mantenga la cúpula de esta cárcel como "memoria histórica", está claro que fue una cárcel que albergará muchos cuerpos en su interior y en su fondo.
En otro intento, el juez Garzón, ya intento exhumar el cadaver de García Lorca:
Estos, los que hablan de remover el pasado, los mismos que quieren convertir el Valle de los Caidos en un "museo para la memoria", son los que se niegan a buscar fosas comunes del "otro bando", es decir, de los que los republicanos iban asesinando y fusilando, lo que me jode de esto no es que se sepa cuántos Republicanos fueron asesinados, sino porqué, los mismos republicanos/rojos que quieren saber cuantos fueron, se niegan a su vez a buscar las fosas comunes en las que hay Franquistas, monjas, curas, niños, adolescentes o simples transeuntes que su error fue estar en medio de una guerra sin sentido.
Por ejemplo, el cobarde anciano de casi 90 años, no tuvo piedad en asesinar a niños de 11 y 12 cuando era el jefecillo de las milicias comunistas en Paracuellos. Tiene gracia que se le considere un "pobre anciano" a aquel que ha matado a tanta gente. Carrillo está a la altura de Franco, tras este tipo de atrocidades. La altura del cobarde asesino y genocida que tras no haber tenido remordimiento alguno en poner a civiles inocentes frente al paredón exige el respeto a su obra. Su obra sangrienta, miserable y cobarde, quiero decir.
El asesinato por Carrillo de los duques de Veragua, el corte del dedo del duque para robarle una sortija de brillantes; en la checa de Fomento las órdenes de Carrillo para quemarle los pechos con un cigarro a sor Felisa (Convento de las Maravillas, C./ Bravo Murillo); la presencia de Carrillo como director ejecutor directo en Paracuellos.
Pero con este hombre de paz no acaba la historia, podemos hablar de la mano derecha en España de Stalin, Dolores Ibarruri, la que junto a Carrillo desempeñó un papel de atrocidades y muertes, como por ejemplo la de Calvo Sotelo:
"tras un discurso de Calvo Sotelo, la demócrata Dolores le gritó: “Este es tu último discurso.” Y así fue. Efectivamente, como es bien sabido, Calvo Sotelo fue asesinado el 13 de julio de 1936 por policías de la republica de un tiro en una furgoneta policial".
seguramente si investigan fosas comunes en Vascongadas encontrarían muertos de esta mujer.
Hay muchos sitios en los que Garzón podría pedir excavaciones y exhumaciones:
- El cuartel de la montaña, que desencadena una cantidad de crímenes en los acuartelamientos de : Getafe, Leganés, María Cristina y Campamento.
- El cementerio de Aravaca (Madrid), fue otra zona de fusilados Frqnsuitas, en la que los Republicanos eran los que disparaban.
- No olvidemos Paracuellos del Jarama, al lado de Barajas (Madrid), donde cada día verán la cruz que conmemora esas atrocidades más de 4000 personas.
- Fosa de la base de la BRIPAC (Brigada Paracaidista).
- Cárcel Modelo.
- Castillo de Montjuich.
- Cuartel de Simancas.
- Soto de Aldovea.
- La más desconocida para los catalanes en general y los barceloneses en particular, las de Collserola.
- Brunete.
- Grado.
- Gandesa.
- Tarragona.
- Badajoz.
- Teruel.
Además, podemos recordar:
- 101 asesinados en Carabanchel.
- 178 en Fuencarral.
- 160 en Hortaleza.
- 53 en Usera.
- 25 en Cercedilla.
- 113 en Alcalá de Henares.
- 9 en Meco.
- 21 en Camarma de Esteruelas.
- 130 en Aranjuez.
- 33 en Ciempozuelos.
- 55 en Getafe.
- 284 en Chamartín.
- 124 en Barajas.
- 414 en Soto de Aldovea.
- 25 conocidos en Torrejón.
- 122 en Rivas-Vaciamadrid.
- 36 en Canillas.
- 15 en Canillejas.
- 160 en Bohadilla del Monte.
- 300 en Aravaca
- 52 guardias civiles, sacados de la checa de Spartacus (C./ Santa Engracia, 18)
- asesinados el 22 de noviembre en las tapias del Cementerio Este.
Además, podemos observar varias declaraciones de gente:
El delegado de la Cruz Roja Internacional Henry Henny, el encargado de negocios de Noruega doctor Schlayer y el de Argentina Dr. Pérez Quesada tuvieron la ocasión, en noviembre de 1.936, de inspeccionar una zanja en Torrejón de Ardoz, y de entrevistar a uno de los vecinos testigos:
“El día 6 vinieron unos milicianos de Madrid y escogieron a todos los hombre hábiles del pueblo; nos obligaron a abrir una zanja ancha y larga... Schlayer preguntó por la profundidad... De unos tres metros. ¿Y de qué anchura? De unos tres metros aproximadamente, pero tenía más de cien metros de larga. El testigo mostró la zanja a la comisión, donde Schlayer cavó hasta topar con el cadáver de un militar fusilado. El día siguiente vimos llegar varios camiones de la Dirección de Seguridad. Se detuvieron a pocos metros de la zanja. Bajaron de ellos milicianos y Guardias de Asalto... Con voces de mando bruscas... obligaron a los presos a ponerse en fila junto a la zanja de espaldas a ellos; mirando a la zanja, que iba a ser su fosa...Una descarga cerrada atronó el espacio.. Cayeron a la zanja pesadamente aquellos cuerpos...Algunos, aunque mal heridos, no habían muerto... Los milicianos nos obligaron a los que estábamos allí presentes, a echar paletadas de tierra sobre los cuerpos caídos al fondo de la zanja...Cuando estuvieron cubiertos aquellos cuerpos, se ordenó a los presos, que desde los camiones y esperando su fatal destino, habían presenciado el asesinato de sus compañeros, que se alinearan junto a la zanja, en otra cantidad que cayó a la fosa por el mismo sistema bárbaro. Y luego otros. Y así todos...”
Schlayer (“Diplomat im roten Madrid”, Herbig Verlagsbuchandlung, Berlin, 1938) tuvo también la ocasión de ver otra zanja más en el Castillo de Aldovea (Torrejón de Ardoz), guiado por un miliciano, entre el 12 y el 13 de noviembre:
“A unos 150 metros del castillo, el miliciano se metió en una zanja seca y profunda, llamada “caz”, que conducía desde el castillo hasta el río, y que antes había sido canal de irrigación. Allí se encontraba, en el fondo de la zanja, un montón de tierra removida de aproximadamente dos metros de altura. Lo señaló y dijo: “Aquí empieza.” Un fuerte olor a putrefacción se cernía sobre la tierra, y se podían apreciar irregularidades en forma de miembros que salían y, en un sitio, asomaban unas botas...Seguimos la zanja en dirección al río,... se extendía unos 300 metros...”
(Diario madrileño “La Voz”, 3 de noviembre de 1.936):
“Hay que fusilar en Madrid a más de cien mil fascistas camuflados, unos en la retaguardia, otros en las cárceles... Hay que darles el tiro de gracia antes de que ellos nos lo den a nosotros.”
(Mihail Koltsov, “Diario de la guerra de España” , Ruedo Ibérico, Madrid, 1.977):
“Limpiar un poco Madrid; echar aunque no sean más que a 30.000 fascistas; fusilar, aunque sólo sea a un millar de bandidos.”
(Declaraciones en el XIX aniversario de la Revolución Rusa, en el Monumental Cinema, reseñadas el la monografía de Carlos Fernández, op. cit..):
“Cuando los milicianos italianos y alemanes bombardean los barrios obreros, Madrid rinde un homenaje a Rusia (¿o quería decir U.R.S.S.?) ... pero dentro de unos días el fascismo estará alejado de sus puertas.”
Espero que tanto el juez Garzón como otros mandatarios, lean este artículo y tomen medidas, recordarles que en una guerra civil mueren y matan los dos bandos, no solo el que a él le interesa, y que si quiere hacer memoria histórica, haga eso, memoria histórica, tanto de un bando, como de otro, que ambos sufrieron 3 años de guerra.
¡SIEG HEIL!
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