martes, 9 de diciembre de 2008

Raza e identidad Parte II

En mi opinión parte de las razones que han hecho que esto haya resultado para nuestros enemigos es la mentalidad derivada de una religión foránea. Una característica básica del judeo-cristianismo es que permite a los hombres inferiores proclamarse superiores sin un esfuerzo correspondiente. Un judeo-cristiano con un coeficiente intelectual de 90 y una vida mediocre puede ser bautizado, repetir unas pocas frases rituales y ¡zas! Y proclamarse en un estadio superior al de un hombre mucho mejor intelectual y moralmente. El síndrome de “rubio y de ojos azules” es típico de esta mentalidad. Digo esto a propósito, ya que yo tengo aspecto nórdico, alto, delgado, rubio y de ojos azules. De todos modos yo solo puedo suponer de la pureza de mis ancestros. Mi padre vendía a mi madre a los amigos y extraños para conseguir dinero, por lo tanto, solo los Dioses lo saben todo. Lo que yo sé es esto. Tengo aspecto de Blanco. Peleo por el Blanco. Reconozco los logros del Blanco. Quiero preservar a los de nuestra estirpe. Estoy horrorizado de que la belleza de la mujer Blanca desaparezca de la faz de la tierra. Sufro por cada niño Blanco atormentado en la pesadilla multiracial de America. Veo la belleza de una princesa Celta en su pelo castaño o rojo y sus ojos verdes. Veo la belleza en la Diosa nordica de pelo rubio y ojos azules. Veo belleza en la cara pecosa de una chica Irlandesa. Veo heroísmo en Robert Jay Mathews y Richard Scutari con su pelo oscuro y sus ojos marrones o verdes así como en Frank De Silva un camarada de piel clara y apellido Portugues. Para aquellos que alardean de su pureza, tienen dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, etc. Retrocede 500 años o más y tienen un millón de ancestros. Unas pocas generaciones más y todo aquel que piso la tierra de Europa es tu ancestro, incluyendo a los Hunos, los Mongoles y los Moros. No hay Arios 100% puros. Pero todavía existimos como entidad racial. Las culturas y civilizaciones que creamos están mas allá de la comparación. La belleza de nuestras mujeres, sean rubias, castañas, pelirrojas, de ojos azules, verdes o marrones, son el deseo de todo hombre y la envidia de toda mujer. No queremos ser descarrilados por discusiones de quien es 1/16 indio o quien tiene sangre Italiana, Española o Portuguesa. No queremos debatir sobre si nuestro porcentaje de pureza colectiva es de 95% o 97%. Seguramente seria una tragedia si cada una de las divisiones de nuestra Raza perdiera sus características y belleza. Luego de que hayamos asegurado la existencia de nuestra gente y el futuro para TODOS nuestros niños podemos asegurarnos de preservar nuestras diversidades. Pero por ahora vamos a aceptar los hechos y las circunstancias tal como están. Vamos a trabajar juntos por nuestra causa sagrada y no vamos a tolerar provocadores o divisiones. Si alguien parece Blanco, actúa como Blanco, pelea por los Blancos, hasta que se pruebe lo contrario es de nuestra gente. Por el otro lado mas allá de su apariencia o pedigrí, aquellos que se oponen, critican o no apoyan nuestra causa, no son nuestros amigos.

DAVID LANE


Desde la era de Platón, de Sócrates y Caton, a la era de Da Vinci, a la de Locke o Shakespeare, a Jefferson y Franklin, la civilización Occidental ha nacido del genio de un solo pueblo emparentado por su sangre. En el vasto panorama del tiempo, este período ha sido un fugaz momento y un sueño glorioso. El futuro cercano dirá cual tipo de civilización acompañara el paso del hombre Blanco.

Que irónico es que la república de Norteamérica, que fue formada para preservar al hombre occidental, se ha convertido en el vehículo por el cual el hombre occidental y su tierra Europa han sido destruidos. He luchado para mostrarle a mi pueblo lo que promueven los que ahora controlan el mundo occidental. Me refiero al aborto, que ya ha matado a mas de 15 millones de niños de mi Raza y que es protegido por el gobierno. A la homosexualidad, cuyos practicantes y adherentes pueden ser maestros y por lo tanto malos modelos para nuestros hijos. Y lo peor de todo, la destrucción racial de nuestra gente.

Aquellos que han promovido nuestra mezcla racial saben que ningún pueblo puede continuar su existencia si no posee una nación en donde propagar, proteger y promover a los de su raza. También saben que un pueblo que no esta convencido de su fuerza y capacidad , perecerá y por eso soy difamado y calumniado cuando muestro que casi todo invento y mejora en la humanidad ha vendio de la mente del hombre occidental. El hombre Blanco es una pequeña minoría en el mundo actual y se le niega una nación donde desarrollarse. Que este tribunal ocurra es una violación de la Constitución. Las maquinaciones legales usadas para culpar a un hombre varias veces por el mismo crimen mediante el continuo cambio de descripción legal de esa crimen, los cambios de jurisdicción, etc, son repugnantes para el sentido de justicia Anglo-Sajon así como contrarias al espíritu y la intención de esta Constitución. El frenesí con que los que controlan el gobierno federal de los EE.UU. atacan a cualquier hombre Blanco que se opone a la desaparición de su Raza es evidente.

La historia predice el horror para la ultima generación de niños Blancos si yo y los que vengan detrás de mi no puedan despertar a su pueblo de su sueño de muerte. Nuestra tarea es tan simple como importante: Debemos asegurar la existencia de nuestra Raza y un futuro para los niños Blancos. Lo que hagan conmigo no me importa. No soy un hombre valiente. Muero las mil muertes del filosofo en vez de la única muerte del soldado. Pero acepto mi destino y no rehuyo de el. Pronto escucharan a otro hombre que hablara sobre sus creencias religiosas. Quizás, el poder de un credo religioso pueda salvar al hombre occidental, o quizás la divina Providencia nos dará su mano. Si esto no ocurre, los que se rebelen contra la tiranía deben de todos modos aceptar las consecuencias pues si no lo hacen no son ni patriotas ni hombres.

Esto fue dicho por David Lane ante el juzgado que le condenaría a prisión...antes de su lamentable muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario